domingo, 20 de enero de 2008

¿Sabías que...

Palabras como amateur, chef, hotel, carnet, debut, elite, menú, ordenador o peluche son galicismos, es decir, son palabras que hemos adoptado desde la lengua francesa?

Palabras como bar, beicon, blog, celebrity, fútbol, gay, gol, hobby, jazz, ketchup, líder, mail, pantis, parking, sándwich, snak, surf,, son anglicismos, es decir, son palabras que hemos adoptado desde la lengua inglesa?

Palabras como aceituna, ajedrez, albañil, alcalde, almohada, bellota, cero, guitarra, naranja, ojalá, zagal, son arabismos, es decir, palabras que hemos adoptado desde la lengua árabe?

Palabras como blanco, cuarzo, escanciar, espuela, guante, guerra, rico, rueca, yelmo, zeppelín, son germanismos, es decir, palabras que hemos adoptado desde la lengua alemana?

Palabras como atacar, capricho, coronel, escuadrón, esdrújulo, lira, novela, piloto, silva, soldado, soneto, novela, son italianismos, es decir, palabras que hemos adoptado desde la lengua italiana?

Palabras como carabela, caramelo, chubasco, mejillón, mermelada, ostra, son lusitanismos, es decir, palabras que hemos adoptado desde la lengua portuguesa?

Palabras como alioli, anís, butifarra, capicúa, entremés, forastero, paella, son catalanismos, es decir, palabras que hemos adoptado desde la lengua catalana?



El intercambio cultural entre hablantes de distintas lenguas, entre habitantes de distintos lugares… se ha venido haciendo desde hace muchos siglos. Cerrarse a otras culturas es dar muerte a la tuya propia. O, ¿acaso nuestra rica lengua española sería la misma sin esas y otras muchísimas palabras que no nacieron aquí?

sábado, 19 de enero de 2008

Con una cama vacía

Me encanta estar contigo. Podría pasarme la eternidad a tu lado, y aún así me quedaría con ganas de ti.

Todavía no sé como llevar tu ausencia. Lo peor de quererte tanto es llegar a casa y ver mi cama vacía, con las sábanas revueltas que (sí, lo he comprobado) aún huelen a ti.

Y con la insoportable compañía de tu olor, que me recuerda constantemente que no estás conmigo, tendré que dormir todas las noches hasta la próxima, la que vuelva a pasar contigo.

miércoles, 16 de enero de 2008

Yo sé usar mi lengua... ¿y tú?

Sí, lo confieso, yo escribí "calló", del verbo caer; y también fui la que hasta hace poco escribía "revelde" y se quedaba tan alegre, o escribía "sobretodo". Y soy también una gran escritora de "extrangero".
Pero eso no me priva del derecho de animaros a ser como yo, no en cuanto a cometer faltas de ortografía, que sinceramente, nadie es perfecto, y a todos se nos escapa alguna, sino en cuanto al interés por el arte de la escritura.
Digo bien, el arte de la escritura. Sentíos privilegiados por saber escribir, ya que hasta no hace mucho, esta habilidad era digna sólo de unos pocos. Y, sobre todo (ya lo escribo siempre bien), aprended a escribir.
Tenemos en nuestras manos (nunca mejor dicho) un arma muy valiosa. Por un lado, valiosa en el sentido de útil y eficaz: la comunicación es impresncindible para la persuasión, y la persuasión es la victoria. Por otro, valiosa en el sentido de incalculable valor. El español o castellano, como vosotros prefiráis llamarlo, es una de las lenguas más ricas en cuanto a historia, a desarrollo y sobre todo a producción. Nuestra literatura es un pilar muy importante dentro de la literatura universal. Pero este será tema para otro artículo posterior, ya que ese encabezamiento puede dar pié a miles y miles de líneas.
En definitiva, lo que hoy inauguro es un pequeño espacio dentro de mi blog que pretende hacer homenaje a mi lengua materna, la lengua española. Desde aquí intentaré despertar en vosotros la curiosidad por ciertos aspectos de la lengua en general, ya sean propiamente lingüísticos, del ámbito de la literatura o de cualquier otra cosa. Intentaré mostraros por qué algo tan aburrido para unos puede ser fascinante para otros e intentaré, claro está, fascinaros.
Por cierto, se admiten comentarios con sugerencias en este campo.

martes, 15 de enero de 2008

Exámenes

Otras veces los exámenes se presentan como una liberación. Que lleguen los exámenes significa que una etapa se acaba, un cuatrimestre, un curso si estás en septiembre. Llega un mes, tres semanas, el tiempo que le lleve a cada uno prepararlos de estrés continuo, de angustia y nervios, pero… es eso, sólo unos días. Luego pasa, y se acabó. Vuelta a la tranquilidad (sobre todo si los resultados son buenos).
Pero esto sólo suele pasar cuando tus exámenes están preparados y tú estás preparada para ellos. En este caso, esta no es mi situación. He vivido un cuatrimestre que bien se podría comparar al primero de segundo de carrera, de resultados desastrosos (en aquel caso excusados por una enfermedad) (aunque puede que en este caso también se pueda excusar con otra, al fin y al cabo la locura de amor también puede considerarse una enfermedad), con la diferencia de que este año me ha salvado el haber empezado el último año de mi carrera con ganas, lo que hizo que para cuando me volví vaga, muchas de las cosas ya las tenía adelantadas.
Pero muchas otras no, y es aquí cuando me arrepiento, aunque… no del todo. No es un arrepentimiento absoluto. He perdido mucho tiempo, sí, he faltado a muchas clases sí, pero sinceramente, prefiero pensar que ha sido por haber compartido unos días maravillosos con una persona maravillosa que por haber tenido que quedarme en una cama muerta del asco.
Sí, es cierto mamá, estas navidades no he dado palo al agua, pero no siento que haya perdido el tiempo. Tal vez me arrepienta de estas palabras en verano, en agosto, cuando tienes que empezar a ir a la biblioteca a prepararte las asignaturas que tienes para septiembre (mi récord está en aquel segundo de carrera, con cuatro asignaturas como cuatro soles veraniegos para septiembre), pero ahora mismo, no sé si a causa del amor o de… la dejadez absoluta en la que me veo inmersa, no me preocupan para nada mis exámenes, cosa que me asombra, puesto que yo siempre había vivido por y para mis estudios.
Por un lado me siento bastante confiada, la verdad es que las asignaturas que tengo que estudiar de esta vez no se caracterizan por ser las más complicadas de la carrera, y por otro, me apetece que me quede alguna para el verano (aunque no empecemos a suspender tan pronto, que todavía queda historia de la lengua) así ya habrá dos cosas que me aten a mi personalmente a Zamora este verano, y una razón para que mis padres no me ofrezcan planes altamente apetecibles que encantada sacrificaría para quedarme en la ciudad que más odio en verano, que dejaré de odiar si tú te quedas conmigo.



¡Esto es asqueroso! Intentaba no hablar de amor, esto no es una “cursilada”, pero… debe ser que “love is in the air”, porque por todas partes me sales…
Al fin y al cabo “todo gira en torno a ti”.

miércoles, 9 de enero de 2008

Piso de estudiantes

Lo mejor de vivir en un piso de estudiantes, y siempre que te lleves lo suficientemente bien con tus compañeras, es estar hasta altas horas de la mañana hablando de lo que sea. Ayer, como era de esperar, el tema de conversación fue el amor y nuestros enamoramientos.
Ayer me di cuenta de que estaba enamorada, de que podía decirlo porque lo estaba. Nunca le había dicho a mis amigas que quería a alguien, y ayer les dije "le quiero". Así que será verdad, que te quiero.
Y me encanta quererte.
Y si me lo permites, me gustaría quererte para siempre.

domingo, 6 de enero de 2008

Ya vienen los Reyes...

Ni a sabiendas de todo lo referente a la identidad de los Reyes Magos pierdo la ilusión en un día como hoy. Aunque en mi casa ya no esperamos hasta esta mañana para darnos los regalos, ya que los repartimos en el mismo momento en que los compramos, yo siempre dejo mi zapato en la entrada cada 5 de enero por la noche, y cuando me despierto el día 6, siempre hay algo, un pequeño detallito, pero lo suficientemente grande como para hacerme mantener la ilusión de levantarme todos los 6 de enero sin saber qué habrá dejado (sea quien sea) para mi en mi zapato.
Este año, en un alarde de avaricia, dejé una bota alta, para que entraran más cosas, y cuando me desperté fui corriendo a ver qué había, y mis reyes magos me habían dejado lo que les sobraba en el monedero después de haberse pasado por las casas de todos los niños (2.35 centimos en moneditas pequeñas, supongo que como "vuelta" del regalo que había en los zapatos de mis padres, un euro para cada uno además del regalito) y un mini regalito, que resultó ser una pulsera muy salada (aunque mamá, por mucho que tú te empeñes, yo sigo sin usar pulseras así a diario).
Y esta es la parte que más me gusta de la Navidad, la vuelta de la ilusión. Todos los regalos anteriormente recibidos, botas, relojes, cds, dvds etc. no me han alegrado tanto como mi pulsera, y todas las propinas recaudadas no han sido tan especiales como mis 2.35 céntimos (que fueron directos a la hucha para el viaje a Grecia). Supongo que esta será la magia de los reyes.

viernes, 4 de enero de 2008

Lo mejor de quererte es ver cómo se abren tus ojos mientras me besas. Por eso me gusta besarte con los ojos abiertos, para ver cómo me quieres.
Yo también te quiero, porque después de besarte siempre sonrío, y te hago sonreir a ti.

¿Por qué las papeleras venden papel?

No, esa no es la pregunta que vengo a contestar hoy. De hecho, es otra completamente diferente, pero como pregunta sin respuesta, la del título es mucho mejor, y mucho más divertida.
Mi verdadera pregunta para hoy es: ¿Por qué todos los resfriados del mundo me los pillo yo? ¡Estoy de respirar con la boca abierta hasta las narices! ¡Llevo así desde octubre! ¡Y así seguiré hasta mayo! ¿Por qué los mocos son una parte tan importante en mi vida desde que tengo memoria? ¿Por qué todos los inviernos (e incluso algún verano) tengo que soportar un vaivén continuo de mocos, toses, dolores de cabeza e incluso fiebre?
Tal vez alguno de vosotros esté en la misma situación que yo... ¿¡y no se os hace insoportable!? ¿Conocéis alguna cura o remedio casero más eficaz que la leche con miel? (Mi verdadero problema son los mocos, lo de las gargantas doloridas lo llevo mucho mejor)
Pero como yo siempre digo, "hay que mirar todo por el lado positivo", y, al menos, el Flumil tiene un sabor rico... (peor es cuando tienes fiebre, y tienes que recurrir al Frenadol. ¡Mira! Otra pregunta sin respuesta... ¿A qué coño saben las naranjas que toma el inventor del frenadol?)

jueves, 3 de enero de 2008

Y todo gira en torno a ti

Hace un tiempo, en mi época de chica desesperada por el desamor de otra persona, escribí un microrrelato como terapia para poder expresar de alguna manera lo que sentía, y así desahogarme, aunque sólo fuera por unos minutos. Ese relatillo se titulaba "Y todo gira en torno a ti".
Evidentemente, no estaba dedicado a mi novio, por aquel entonces ni si quiera lo conocía, y cuando se lo pasé para que lo leyera me dijo algo así como que si se lo había escrito a él o sólo se lo parecía por su desorbitado egocentrismo. Y mira por donde, ayer me di cuenta de que le puedo dedicar otro texto completamente diferente (ahora puedo sentir muchas cosas, pero ninguna es desesperación) que lleve el mismo título, porque de nuevo mi vida vuelve a girar en torno a alguien, pero esta vez gira en torno a alguien que quiero y además él me quiere a mi (que es mucho mejor que lo primero), a alguien que quiero como nunca había querido en mi vida a nadie, y a alguien que me hace sentirme completamente feliz, porque es mucho mejor de lo que yo nunca hubiera podido imaginar para mi.
Así que sólo por eso se merece, no que le dedique un texto (por muy buena escritora que sea, claro, que eso lo hace de mucho más valor) si no que le dedique toda mi vida, todo lo que hago, todo lo que escribo, todo lo que pienso (y todo lo que engordo... que tanto cenar fuera...).
Es una maravilla darte cuenta de que de repente te has desdoblado (oh dios! a ver si va a ser verdad que duplicas cosas) y que a partir de un punto muy concreto de tu vida, empiezas a pensar en plural, y ya no te vuelves a sentir sola, porque en cualquier momento puedes cerrar los ojos y él aparece siempre a tu lado, con su vocecilla de colgado diciéndote "Bea, que te quiero" y es entonces cuando te alegras tanto de haberle conocido. (Misterio que será debatido más adelante... ¿Cómo puede haber una persona tal perfecta para mi, con lo perfecta que yo ya soy en mi misma?) (Y lo egocéntricos que somos los dos)

miércoles, 2 de enero de 2008

Me gusta el cine...

... y no sólo me gusta el cine, sino que además me gusta ir al cine. Pero... la sociedad se ha unido en contra de los pocos cinéfilos que quedamos sobre el planeta tierra, y además, ¡está venciendo!, porque un ente maligno superior ha conseguido que hasta al más aburrido se le quiten las ganas de ver una película en pantalla grande, sobre todo si vive en Zamora.

Viernes, 19:04 h.
- Voy a ir a ver American Gangster.
- Oh, yo también tengo ganas de ir a verla.

Sábado, 22:00 h.
Voy a ver American Gangster

Domingo, 19:13 h.
- Me han dicho mis amigos que van a ir a ver No Digas Nada
- (Comiendo un kinder bueno) ah! pues vamos con ellos, que yo quiero verla.

Lunes, 18:44 h.
- ¿Vamos al cine?
- No hay ninguna película que me apetezca vez.

Martes, 16:26 h.
Miro desesperada la cartelera de cine: ¡Es imposible que en la última sesión pongan sólo películas que ya he visto o que ni de coña quiero ir a ver ¿El arca de Noé? No, gracias... ¿Soy leyenda? paso... con un novio friki ya tengo bastante, no podría soportar esa película. ¿Negra Navidad? ¿Qué coño es eso? ¿Escuela de pringados? (Ataque de ira).

¿Por qué una persona con sus 5€ en la mano prefiere quedarse en casa antes de ir al cine? ¿Dónde están La Edad de la Peseta, Lejos de ella, Muerte de un presidente o El triunfo de un sueño? ¿Por qué nunca llegan a Zamora, pero tengo que ver lo buenas que son en Filmaffinity, Fotogramas, y otras muchas publicaciones sobre cine que me gusta hojear?

¡Odio el cine en Zamora! ¡Odio cualquier tipo de actividad cultural en Zamora!
(Pero no, no odio Zamora... Es como cuando te sale un hijo bobo, que en el fondo le quieres)

martes, 1 de enero de 2008

¿Por qué lo llaman amor cuando quieren decir "mira que bien escribo"?

Estoy enamorada.

Y lo digo así de alegremente.

Te quiero.

Y ya no tengo nada más que añadir.



Por alguna extraña razón, nunca he podido alargar mis sentimientos cuando se trata de describir mi amor hacia otra persona. Puedo escribir páginas y páginas sobre cómo es sentirse desesperado, sólo, triste, decepcionado... Pero cuando se trata del amor, no puedo decir más que "Te quiero". Y en mi opinión, creo que así queda todo dicho.
"Te quiero" no necesita complementos. Ni si quiera un "mucho". Cuando se quiere, se quiere sin medidas, si no, no se quiere. Y cuando se quiere, se quiere y punto. No se quiere tanto como para sentirse como si no se hubiera visto nunca antes el cielo, como para elevarse del suelo o como para que haya una montaña tan alta como para frenar nuestro amor.
No entiendo (pero envidio) a todos aquellos que son capaces de ponerse a pensar con qué podrían comparar la fuerza de su amor, para que luego nosotros, los imbéciles enamorados, lo oigamos/leamos/veamos y nos sintamos absolutamente identificados. En mi opinión, todas esas personas no quieren (de)mostrar su amor, si no su talento, enormemente digno de admiración, pero... no nos engañemos, el único poema de amor, más completo, y más directo (perdóneme la fama de Pablo Neruda), es "Te quiero". Son dos palabras que en sí mismas ya lo dicen todo, y no necesitan de veinte versos más para completarse.
Alegrémonos, pues, porque en castellano tenemos una forma tan económica de hacer llegar satisfactoriamente un mensaje a nuestro destinatario, sin recurrir a adjetivos calificativos que lo concreten, y disfrutemos usando y sobre todo sintiendo esas dos únicas palabras (para algunos única, ya os hablaré en otro momento sobre las cinco teorías del concepto de palabra).




En un jardín te he soñado,
alto, Guiomar, sobre el río,
jardín de un tiempo cerrado
con verjas de hierro río.
Un ave insólita canta
en el almez, dulcemente
junto al agua viva y santa,
toda sed y toda fuente.
En ese jardín, Guiomar,

el mutuo jardín que inventan
dos corazones al par,
se funden y complementan
nuestras horas. Los racimos
de un sueño -juntos estamos-
en limpia copa exprimimos,
y el doble cuento olvidamos.
(Uno: mujer y varón,

aunque gacela y león,
llegan juntos a beber.
El otro: no puede ser
amor de tanta fortuna:
dos soledades en una,
ni aun de varón y mujer.)

"Canciones" a Guiomar, Antonio Machado.