No hay nada más hermoso que detener el tiempo a besos.
Unos labios son capaces de parar las manillas de un reloj. Y el amor, puede alterar cualquier mecanismo.
Que el fin del mundo nos pille besándonos.
domingo, 28 de septiembre de 2008
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3 comentarios:
comparto tu deseo Bea, que asi sea
yo agregaría a tu texto...
"que el fin del mundo nos pille besándonos y perdidos el uno en el otro"
Ojalá de que sí... ojalá...
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