Siempre había temido el verano por ser la época del año en la que más me aburría: no tenía mucho que hacer y además el calor me retenía en casa hasta que el día ya se había ido.
Pero todo ha cambiado desde que me enamoré, hasta el punto de que esta vez he llegado a disfrutar del verano de verdad. He aprendido a mirar la vida con unos ojos más cálidos, y ahora, temo que se vayan estos días de vivir para el amor...
jueves, 4 de septiembre de 2008
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2 comentarios:
Aunque hay algunos un poco repetitivos ¿eh? Pero yo también los voy a echar muchísimo de menos... aunque bueno, nos quedan dos semanas largas para aburrinos y enfadarnos, aunque despues del martes no vas a poder enfadarte ya conmigo.
Por cierto, mi madre te tiene un regalo... no preguntes.
será que el amor no conoce de estaciones?
o simplemente no le afectan en lo absoluto
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