Cuando te acostumbras a algo tu vida cambia, aunque tú no te des cuenta. Lo malo es quitarse las costumbres, cambiar tu rutina y encima no echar de menos aquello a lo que estabas acostumbrada.
Se necesitan muchas más cosas que fuerza de voluntad para cambiar una costumbre.
jueves, 20 de noviembre de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
Tengo por costumbre cambiar costumbres, pero no me acostumbro...
Felicidades por tu blog!
Publicar un comentario